A veces es inevitable el encuentro de una persona en
específico, yo a veces puedo llegar a creer en el destino, pero no me gusta
mucho la idea de que él (destino) controle todas mis acciones, procesos y
pensamientos. Hoy es un día muy lindo, no hace mucho sol pero tampoco hace
frío, para mí es un día perfecto lleno de expectativas y soluciones tontas a
todos mis devenires. Pero hoy no es un día normal porque te encontré, nunca
pensé que el transporte público pudiese llegar a ser un lugar romántico, pero
ahora si lo creo. Una calle larga y al final una curva bastaron para que tu
boca y la mía se juntasen en un momento único, cuando dando la curva el autobús
se inclinó de manera violenta y yo que estaba frente a ti casi mirándote,
resbalé sobre ti como si ese tonto destino lo quisiese así, tu boca y la mía se
juntaron en un laso salival extraño y húmedo, quizás no era lo que yo quería en
realidad pero fue así como te encontré y eso es lo más importante porque ahora
siento que te quiero más y más, ese segundo inmaculado por el mismo momento, un instante
nada más, ahora, solo tu recuerdo me da
las alas para volar. Porque me enamore de ti solo con ese beso. Te amo.
Recuerdos jajajajja… eso siempre es lo que queda de
las experiencias que te marcan tanto como para pensar en ellas, tú fuiste para
mí una de esas experiencias con la
diferencia que recuerdo de ti cada aspecto que no debería memorizar; tu sonrisa
algo distorsionada, tu cabello atrás de tu oreja izquierda, el viento del aire
acondicionado del bus soplando sobre tu frente dejándola ver de manera mágica
como si fueses una pequeña diosa ante mis ojos, tus ojos, circulan ante lo que
la gente llama normal, pero para mí son lo mejor que me ha pasado en la vida,
ahora mismo estoy escuchando música y eso me inspira para escribir todo lo que
siento por ti, un profundo sentimiento de alguien a quien no conozco de verdad
pero a la cual le pude entrañar su ser con solo tocarla con mis labios.
Creo que soy muy afortunado al poder hacer realidad
algo que no pasaba sobre mi cabeza, tu eres esa realidad, a veces hay cosas que
decepciona de cerca porque no son lo que tu creías de ellas a simple vista, tu
no, tu eres perfecta de lejos, de cerca, de cualquier manera, ángulo. Para ti
las matemáticas se quedaron cortas al intentar descifrar tu simetría, la cual no
endeble por tu propia personalidad que aún no conozco pero que imagino como contemplación
de algo lindo que eres tú. No sé tu nombre, se perfectamente como es tu rostro
y todo lo que en él hay, sé que tienes los labios más suaves del mundo, pero
hay algo que no sé en realidad. No sé cuándo te volveré a ver.
Te separaste de mí después de ese instante, te fuiste
sin decir nada, no sé cómo es tu voz pero conozco por donde sale, quizás pueda prescindir
como es por como son tus labios, suaves y húmedos como toalla mojada que
colocas en la cabeza de aquel que enfermo de fiebre calma. Quizás así sea tu
voz, suave al oído y húmeda calma que descansa en mi mente cuando hablas,
quizás tu voz sea así hermosa y ya. Pero no sabré si podré escucharla algún
día, te bajaste, no te interesaste por mí en lo mínimo o eso es lo que yo creo,
debe ser que no sentiste ninguna de estas tonterías que yo sentí. A lo mejor
solo soy un niño cual más pequeño más inventa o imagina entornos que son
verdaderas solo para él, un estilo de esquizofrenia invade mi vida cuando te
pienso. No me importa tener un trastorno por tu culpa, solo tengo la esperanza
de volverte a ver.
Ahora mismo estoy en ese autobús escribiendo para ti
algo que nunca leerás, sin embargo el bus se detiene y vuelve a acelerar lo que
provoca que algo de brisa del exterior hiciera entrar por la ventana algo de
agua de lluvia, la cual segó uno de mis ojos, ahora veo difusamente hacia
adelante tratando de ver un rostro borroso que se acerca vertiginosamente,
parpadeo una, dos, tres veces y antes de que parpadee por cuarta vez siento
algo cálido en mi boca que me succiona y me acelera el corazón y lo pone a mil,
está que estalla, no me lo esperaba. Me quedo con los ojos cerrados ya no
quiero parpadear solo quiero imaginar que eres tú y que me reconociste, sigo
con los ojos cerrados, pero oigo una voz que me dice, “también enfermé por ti”.
Desde aquel momento me di cuenta de algo, aunque las
impresiones abstractas son lo que son, inmedibles e inciertas, para mí son una
alternativa para creer que la realidad es imaginable por distintas sensaciones
que ayudan a construirla, el sentir tus labios, tu humor, tus ojos –rostro- son
esas impresiones que me ayudaron a arrinconar lo que esperaba de ti cuando me
encontraste. Ahora, escribo solo para ti, tú eres mi musa, lo que me mueve y me
da la fuerza para dar el siguiente paso para redescubrir lo que tengo en
frente, tú.